INCONSUMACION

Anoche me dejé llevar por mis deseos mas sucios..., estábamos solos con mi hijo y habíamos pasado el día fuera de casa, fuimos de compras y almorzamos en un restaurante, llegamos a casa como a las 20:30. Como hacia frío, pusimos la calefacción y encendimos las dos estufas, yo preparé una cena rápida, y cenamos los dos conversando de diferentes asuntos. Nos tomamos una botella de vino entre los dos, así que yo estaba un poco mareada cuando terminamos. Después nos fuimos a la sala a ver tv y tomarnos el café, como el ambiente ya estaba tibio, casi hacia calor, él me pidió que nos desnudáramos y nos quedáramos un rato así, me dijo que tenía muchas ganas de verme desnuda, que el miércoles se había masturbado pensando en mi e imaginándonos desnudos. Así que nos desnudamos y nos sentamos en el sofá, abrazados y acariciándonos tiernamente como dos amantes. De a poco nos fuimos excitando, é tenia su verga muy dura y erecta, y yo tenía mi chuchita muy húmeda..., las caricias se fueron haciendo más y más intimas, hasta que él comenzó a masturbarme con sus dedos y yo comencé a hacerle sexo oral ahí mismo en el sofá. Yo pensaba que íbamos a acabar ahí en la sala, ya que ambos estábamos muy calientes y desaforados..., pero él me dijo que fuéramos al dormitorio para estar más cómodos. En mi cama seguimos masturbándonos y acariciándonos como locos, yo estaba a punto del orgasmo, no pensaba en nada, solo en el goce que sentía, él me masturbaba en mi clítoris y me chupaba mis pezones, yo lo mamaba mientras le sobaba sus bolas, ambos nos quejábamos de placer y restregábamos nuestros cuerpos entregados totalmente a nuestros deseos. De pronto me pidió que me pusiera en cuatro patas sobre la cama, yo lo hice pensando que como otras veces él iba a poner su verga entre mis nalgas e iba a eyacular así..., yo estaba tan caliente y entregada que estaba decidida a dejarlo hacer lo que él quisiera. Se puso detrás mío y comenzó a pasarme su verga dura por la rajita entre mis nalgas, y en cada pasada me punzaba suavemente en el ano, en ese momento yo casi instintivamente me movía hacía atrás para sentir mejor esas punzadas fálicas. De pronto sentí que él me mojaba mi florcita anal con su dedo ensalivado, lancé un quejido de placer y lo dejé hacer..., el metió un dedo en mi ano suavemente, yo sentía muy rico y seguí moviéndome hacia atrás, entonces él metió dos dedos en mi ano, sentí un poco de dolor pero el gustito era demasiado rico y seguí aceptando sus avances. Después de varias penetraciones anales con sus dedos, él volvió a ensalivarme el ano y me punzó con su verga... y se quedó así, con su glande en mi ojito anal punzándolo suavemente. Entonces se inclinó sobre mi espalda manteniendo su miembro erecto en mi florcita anal, con una mano me agarró las tetas, pellizcándome los pezones, y con la otra comenzó a masturbarme en el clítoris..., yo ya no daba mas de goce... gritaba y me quejaba pidiéndole más, y de pronto el empujó su verga en mi ano de un envión, ufff..!, sentí un desgarro y un dolor intenso, y a la vez un gustito muy rico al sentirme empalada. Se quedó quieto un instante con todo el glande dentro de mi ano..., yo sentía esa punta dura en mí y entre el dolor y el goce me vinieron ganas como de evacuar, solo alcancé a decirle que fuera despacito cuando el dió un segundo envión y me metió casi la mitad de su verga..., yo sentía una mezcla de dolor y gustito y casi me desvanecí..., pero como él seguía masturbándome en el clítoris y apretando mis pezones me quedé quieta esperando... lo que vendría, después de unos instante abotonados así, él me tomo de las caderas y en otro envión terminó por penetrarme completamente, a la vez que eyaculaba dentro de mí..., yo estaba loca de sensaciones, el dolor del desgarro anal, la impresión de mi culo lleno de su verga, las ganas de evacuar, el placer de esa penetración salvaje, la sensación de su semen caliente escurriendo dentro de mi…ufff, me quedé así, quieta solo sintiendo todas esas cosas al mismo tiempo, aunque no pude llegar al orgasmo sentí un goce indescriptible… Entre suspiros y quejidos le dije que yo no había acabado, que siguiera masturbándome, así que él se inclinó sobre mi espalda otra vez y volvió a mover sus dedos en círculos en mi clítoris y apretarme los pezones alternativamente, yo sentía el gustito de la masturbación y también sentía como su verga se iba emblandeciendo dentro de mi ano, hasta que me vino un estremecimiento de placer y me llegó un orgasmo intenso y maravilloso, como nunca lo había tenido…! Cuando mi hijo vió que mi clímax se había agotado, fue sacando lentamente su miembro de mi ano, como ya estaba mas fláccido no me dolió y fui sintiendo como que me quedaba un extraño vacío anal…, yo me tiré de bruces en la cama, y él se recostó a mi lado, estuvimos un largo rato así, él me masajeaba mis nalgas con ternura y yo mordía la almohada para no quejarme pues me dolía mucho el ano desgarrado. Fue mi primer sexo anal…, y había sido desvirgada analmente por mi hijo…, no habíamos consumado el incesto, pero había logrado un placer alucinante y no quería pensar en nada más.