Soy hijo único y todo comenzó
cuando mis padres se divorciaron después de dos años de continuas disputas
porque mi padre tenía una amante y no la dejaba, ya hacía más de un año que
dormían en piezas separadas, y finalmente decidieron separarse. Para mi madre
fue una liberación que noté de inmediato en su ánimo y su actitud ante la vida.
Ella no es una mujer muy atractiva, es mas bien gorda, ronda los cincuenta
años, y tiene un par de tetas enormes que le cuelgan casi hasta su estomago. Un
día domingo como a las diez de la mañana, mientras tomábamos desayuno me fijé
que ella llevaba puesto es ese momento una calza roza que marcaba su enorme
culo ya medio fofo, y una remera blanca enorme, pero que a pesar del tamaño de
la remera se le podían notar los enormes pezones de sus tetas, me di cuenta que
no llevaba corpiño. Mientras ella, sentada en frente mío, me conversaba de su
soledad y de que no sabía como enfrentarla, yo no podía sacarle la vista a esas
enormes tetas. Ella creo que se daba cuenta de que la estaba mirando, pero no
me decía nada, y así paso toda una hora hasta que salí de casa para ir a
estudiara con un compañero. Como yo era virgen y nunca tuve una novia o algo
por el estilo, (nunca le habia dado un beso en la boca a ninguna chica), al
llegar de vuelta a mi casa me encerré en el baño, y aunque mi madre no fuese
como la mujer de mis sueños, comencé a masturbarme pensando en esas tetas. Al
otro día, caminando hacía la casa desde la Universidad me puse en la cabeza que
no debía mirarla más de esa forma, ya que si ella me dijera algo al respecto yo
me moriría allí mismo de la vergüenza. Al llegar a la casa, recordé lo que
había pensado e hice el mayor esfuerzo posible, mi madre estaba vestida con una
pollera de jean y una remera parecida a la del día anterior, en la cena, por
más esfuerzo que hice de vez en cuando la vista se me desviaba hacia esas
enormes tetas. Estoy seguro de que ella se daba cuenta de la situación, pero no
decía nada. Después de cenar me puse a estudiar, y como ella es profesora de matemáticas
en un momento le pedí ayuda sobre un ejercicio que no entendía, así que ella se
paró detrás de mí, se inclinó apoyándome sus pechos sobre mi nuca y empezó a
explicarme el ejercicio hablándome cerca de la cara. Luego comenzó a moverse
lentamente, sus tetas se frotaban en mi nuca, yo ante esa situación me excité
mucho y me verga estaba por estallar. Como tenia puestos pantalones cortos mi
erección se hizo perfectamente visible, mi madre como estaba mirándome desde
arriba de mi cabeza se dio cuenta, entonces se sentó en frente mío. Yo estaba
totalmente excitado, de repente mi madre me comienza a mirar a los ojos, se
levanta la remera y al no tener corpiño sus tetas quedaron al aire libre.
Entonces me dijo: "Esto es lo que tanto mirabas...? acá las tienes… te
gustan...?". Lo dijo mientras las movía de un lado al otro. Yo me quedé
sin palabras, solamente miraba sus pechos enormes que tenían unos pezones
oscuros y una aureola bastante grande. Ella me dijo que no tuviera vergüenza y
que le tocara las tetas, entonces como yo no hacía nada ella se acercó, tomo mi
mano y se la llevó a sus pechos, diciéndome que se los acariciara y apretara.
Entonces yo por fin tomé la iniciativa y comencé a chuparle esas tetas enormes,
mientras se las apretaba con las manos. Ella decía todo el tiempo: "Eso...
así... bien... mmm...". Después de unos cinco o diez minutos ella me dijo
que me detuviera, entonces se levantó de la silla, se sacó la pollera y las
bragas, se sentó en la mesa, se abrió de piernas y me dijo: "Ven... dale...
por favor hijito..., lo necesito…". Yo sabía lo que ella quería, así que
con mi inexperiencia acerque mi cara hacía su vulva, que tenia algo de pelos
pero no era muy peluda, y le comencé a pasar mi lengua. Ella me decía:
"Mmm... hazlo mas fuerte…, un poco más... así... así... más
arriba....". Yo, como no sabía como satisfacerla bien, hacia caso a lo que
me pedía, así que comencé a lamer y chupar mas frenéticamente, la penetraba con
mi lengua, mientras acariciaba sus muslos. Como me hubiera gustado ver ese
cuadro... mi madre sentada en la mesa con las piernas abiertas de par en par, y
yo chupándole la chuchita! Mi madre se retorcía de placer, se movía de arriba
abajo mientras le lamía la concha. Después de unos minutos ella me pidió que
parara, se bajó de la mesa, me tomó de la mano y me llevo a su dormitorio. Sin
decirme nada, me bajó los pantalones y los calzoncillos, me empujó en la cama y
me dijo: "Esto te va a gustar...". Ella se puso entre mis piernas y
comenzó a chuparme la pichula, la agarraba con sus manos desde abajo, y con su
lengua jugueteaba con mi glande, luego me acariciaba los huevos y comenzaba a
chupármela como si quisiera sacarle jugo. Yo en menos de cinco minutos ya no
pude aguantar más y le dije casi gritando que estaba por acabar, entonces ella
paró en seguida, y empezó a pasarme sus enormes tetas por la verga,
masturbándome con ellas. No aguanté más y eyaculé en las tetas, ella decía:
"Mmm... que calentito... rico… bien...". Luego ella se puso de
rodillas en la cama, apoyó su cabeza en la cama y me dijo que la penetrara. Yo
le dije avergonzado que no sabia como, entonces ella me dijo que pusiera mi
verga cerca de su sexo, cuando la acerqué ella la tomó con una de sus manos y
la acercó hacia su concha, y me dijo: "Dale... empuja... empuja por
favor...”, le hice caso y mi verga resbaló y entró rápidamente, así que empecé
a moverme rápidamente, se la metía hasta los huevos y la sacaba casi entera,
una y otra vez, podía ver como las tetas de mi madre se movían de un lado al
otro sin parar, y eso me excitaba aun mas!. Mientras me la culiaba, mi madre me
pidió que por favor le metiera un dedo en su culo, en el momento me dio un asco
terrible, pero no me animé a decirle que no, así que empecé a acariciarle la
raja hasta que le encontré el agujero, y sin pensarlo le metí el dedo, luego me
di cuenta que el agujero del culo de mi madre se estaba agrandando, así que le
metí otro más. Mi madre dio un gemido y me decía: "Eso... así... dale...
más fuerte...". En un momento ya no podía más y sin darme cuenta eyaculé
adentro de la concha, pero yo seguía tan excitado que le seguí dando. Podía ver
como chorreaba mi semen por la raja de mi madre, eso me gustaba. De repente mi
madre me detiene y me dice que me acueste boca arriba, le hice caso, entonces
ella se sentó lentamente en mi verga, y empezó a moverse rápidamente, tenía sus
enormes tetas en frente de mi cara, así que se las agarraba mientras ella se
movía y se las apretaba. Estuvimos culiando como una hora, yo acabé como una
vez más dentro de ella. Cuando terminamos ella me dio un beso en la boca, y me
dijo que se iba a bañar, y que yo me fuera a dormir, me dijo: "Mañana nos
vemos, y me guiño el ojo...". En ese momento supe que todo lo que había
pasado se iba a volver a repetir.
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